El blog de actividades académicas se abre con el conocido lema kantiano SAPERE AUDE! Todo un programa: una incitación a sumergirse en la actividad más fantástica que puede realizar el ser humano: conocer.
Ya me imagino que más de uno estará arrugando el ceño y diciendo que eso de saber algo por obligación no es tan fantástico... Nuestro amigo Kant se reiría por lo bajini. A él hubo una época, también, en la que le gustaban las fiestas y los saraos e ir a la moda. Incluso es posible que pensara en casarse...
Ciertamente en él prevaleció una pasión por saber completamente absorbente, incompatible con otros aspectos de la vida social corriente. Pero gracias a esa pasión por saber, el mundo se hizo más comprensible, más rico intelectualmente.
Nosotros, cada uno de nosotros podemos, procurar dentro de nuestras posibilidades que nuestra vida sea un poco más habitable, nuestras vidas más enriquecedoras. Y saber (estudiar, sí) puede, modestamente, ayudar a conseguirlo.