martes, 12 de enero de 2010

La pintura románica


Iglesia de Saint-Savin-sur-Gartempe (Francia).


Saint-Savin-sur-Gatempe (detalle de la bóveda)

La iglesia de Saint-Savin, de finales del s.XI, es un ejemplo singular de iglesia -salón, con las naves laterales prácticamente de la misma altura que la central. Ésta se cubre con una bóveda de cañón continua sobre la que se pintan frescos con temas procedentes del Génesis. Las naves laterales, por el contrario, se cubren con bóvedas de arista y en sus muros se abren amplios vanos que proporciona al recinto una luminosidad excepcional.


Ábside de la capilla del "Chateau des moines", de Berzé-la-Ville (Francia).

La figura de Cristo presenta dimensiones sobrehumanas, inscrito en la mandorla, símbolo de su gloria y majestad. El trattamiento lineal y el cromatismo plano de las figuras se añaden a una acusada simetría, creando una atracción centrípeta sobre la figura principal.


 Iglesia de Paray-le-Monial (Francia).

Es una réplica a escala de la iglesia de Cluny (de la que sólo se conservan algunos restos). La decoración pictórica se halla en el ábside.

Técnica.

La pintura románica sigue utilizando el fresco, pero también una técnica descrita por el monje Teófilo en su "Tratado de las diversas artes". En esta técnica  los colores no se aplican sobre un enlucido fresco, ni en seco, como la pintura griega, sino sobre una argamasa que se riega abundantemente durante la ejecución de la pintura.